Así como nos alimentamos diariamente, es de gran importancia tener un buen menú emocional. Las emociones forman parte de nosotros y cumplen un rol muy importante en nuestro accionar y vivir. Mientras tengamos una rutina emocional variada y equilibrada, mejor vamos a estar.
¿Qué pasaría si comenzás el día de una forma diferente? A medida que vas desayunando, busca una frase que te guste o inventa una propia que te motive y leela, creé que lo que estás diciendo se vuelve realidad. Las declaraciones son fundamentales en nuestro vivir. Repetí la lectura de la misma hasta llegar al trabajo o al lugar donde empiece tu día.
Luego, con el pasar de las horas en el almuerzo pensá en una persona a quien extrañes y deséale que tenga buen día, preguntale cómo se encuentra. De no ser posible, escribí en un papel todo lo que le quisieras decir.
Cuando tengas un momento, tomate un break de cinco minutos para concientizarte, respirar y/o escuchar música que te aporte calma o ánimo para continuar con tu día.
En la merienda hacé algo que te haga bien… caminar, pasear, escuchar música, charlar con alguien, etc. Tomate un tiempo de disfrute, aunque sea unos minutos.
Para finalizar el día, después de la cena, antes de irte a dormir, recordá todo lo que viviste y anotá tres cosas positivas que te hayan pasado en el día. Además, realizá un listado de motivos por los cuales estás agradecido/a. A veces no nos damos cuenta de todo por lo cual tenemos que agradecer.
Te puedo asegurar que con pasar unas horas por día realizando estos ejercicios vas a sentir, pensar y vivir de otra manera. Sacar a relucir las emociones y lo que nos hace bien, te aporta vitalidad y positivismo.
Realizalo y después me contás…
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Fuente: Estefanía Talaván
- Coach Ontológico Profesional | Asociado Nº: 4478
- Diplomada en Educación Emocional
- FB: Estefania Talavan – Coach Ontológico Profesional
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- Mail: estefaniatalavan2012@hotmail.com.ar
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