Entramos en el mes de diciembre y comenzamos a pensar en todo lo que hicimos o nos faltó hacer durante este año. Hoy me gustaría que juntos hagamos nuestro balance, porque muchas veces pasamos cosas por alto o ni nos sentamos a rememorar todo lo que vivimos a lo largo de estos 11 meses.
Es una actividad en la que hay que elegir si ponemos el foco en todo lo que logramos o, si quedamos viendo lo que nos faltó alcanzar.
Existen varios tipos de balances:
– Parcial: cada tres o cuatro meses recapitular y enfocarse en las áreas esenciales de la vida (trabajo, salud, vínculos, etc.), así, poder tener una idea de cómo va la situación y poder modificar el camino para terminar el proceso de la mejor manera.
– De gratitud: pensar todas las cosas que aprendiste y lograste en todos estos meses, lo que no te animabas hacer y lo intentaste alcanzar, las nuevas oportunidades que tuviste, entre otras cosas. Pero, sobre todo, agradecerte a vos mismo/a por vivir todo este año.
– Compartidos: es para realizarla en familia, grupo de trabajo o amigos. La idea en conjunto es que cada uno individualmente pueda sumar su visión sobre los hechos.
– Superadora: ¿qué puedo mejorar para el próximo año? ¿qué falló en mis intentos? ¿en qué áreas de mi vida debo enfocarme más?
El resultado de cada uno de ellos dependerá de tu actitud y la forma en la que observamos las experiencias vividas.
Busca un papel y una lapicera, tomate un tiempo para recordar y anota…
• ¿Qué hice en este año que no haya hecho antes?
• ¿Qué tuve que soltar?
• ¿Qué me faltó hacer?
• ¿Cuál fue mi mayor logro?
• ¿Qué me quedará grabado para siempre?
• ¿Cuál fue mi mayor acto de amor propio?
• ¿Cuál fue mi mayor aprendizaje?
• ¿Qué voy a hacer a partir de ahora?
Un ejercicio que me gusta mucho realizar es proponerme un plan de metas a corto plazo y así poder, con pasos pequeños, ir alcanzando los avances que deseo.
Recordá que todavía quedan días por delante y que cada uno trae nuevas oportunidades para volver a intentar eso que queremos comenzar desde cero en nuevas aventuras. Aprendé a celebrar los pequeños logros también, no es necesario esperar a que termine la carrera para disfrutarla.
“Lo único imposible es aquello que no intentas”.
Contenido exclusivo para MASSNEGOCIOS Diario
Fuente: Estefanía Talaván
- Coach Ontológico Profesional | Asociado Nº: 4478
- Diplomada en Educación Emocional
- FB: Estefania Talavan – Coach Ontológico Profesional
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- Mail: estefaniatalavan2012@hotmail.com.ar
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