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¿Tiende a desaparecer el dinero en efectivo?

La pandemia, al poder ser solamente controlada actualmente por el aislamiento social, va a reducir indefectiblemente el uso del dinero en billetes pudiendo ser la propulsora del inicio de nuevos hábitos de consumo, aún en las personas más arraigadas al uso del “cash”.

Escenario Pre-Coronavirus

La preferencia en América Latina por el dinero físico se confirma en cada estudio o encuesta al respecto. Según la empresa especializada en servicios financieros elmejortrato.com.ar, la mayor parte de los latinoamericanos elige pagar con efectivo sus consumos cotidianos debido a:

A nivel mundial, la tendencia era la misma: las personas en las economías avanzadas lo considera su método de pago favorito. En Alemania, Italia y Japón un 90% del total de transacciones se continúa realizando con dinero en efectivo. Una de las grandes excepciones es China, donde adoptan un modelo comercial de bajo uso del efectivo con fomento de parte de su Presidente hacia el uso de las monedas digitales, instando a fines de 2019 a la adopción acelerada de tecnología blockchain. Lo cual, para expertos bancarios como Deutsche Bank supondría una grave amenaza para el dólar de los Estados Unidos.

A nivel nacional, en Argentina, donde habitan unos 45 millones de personas, según el relevamiento más reciente del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), el efectivo sigue siendo la opción de pago más usada en el país. Ese informe oficial se concluyó que los argentinos pagan en efectivo el 69,4% de los gastos que hacen en rubros de consumo masivo y para el resto utiliza medios de pagos electrónicos

La paradoja de la inclusión financiera en Argentina

Solo la mitad de los argentinos están bancarizados, al menos de manera “consciente”. El Banco Central afirma que el 80% de los argentinos tiene al menos una cuenta bancaria, pero solamente el 48% dice tenerla. Existen aún muchos adultos en el país que no saben que son titulares de una cuenta.

El instrumento electrónico más utilizado en el país es la tarjeta de débito con cerca de un 40% de participación. Sin embargo, es importante aclarar que el gran porcentaje de participación de los cajeros automáticos responde todavía a una alta incidencia de retiros de efectivo a través de este canal: 8 de cada 10 argentinos retiran su dinero al menos una vez al mes. La causa principal de este fenómeno, según la empresa comparadora de servicios financieros, es la gran cantidad de años sumergidos en crisis económicas que favorece la desconfianza, en especial entre los más adultos.

Es así que hasta hace pocos meses, el dinero en papel se negaba a desaparecer.

Escenario Actual | Algunas medidas tomadas por diferentes países

Siendo el aislamiento social la única manera hasta ahora conocida que evita la propagación del virus, las entidades bancarias están tomando medidas para fortalecer sus servicios en línea, promoviendo el uso de canales digitales para realizar operaciones financieras.

Sumado a las medidas para facilitar el acceso al dinero electrónico y a pesar de que no esté considerado de manera oficial el efectivo en sí como un elemento de contagio, algunos países han decidido desinfectar monedas y billetes para frenar el coronavirus, lo cual también desalentó su utilización.

Los desarrollos que se han dado en el sistema financiero en los últimos años representan un avance constante de las operaciones bancarias, llevando al contexto actual donde las estadísticas demuestran que el mayor dinamismo se observa en las transacciones sin contacto, y a pesar del apego a la plata en mano, el uso de “dinero electrónico” creció exponencialmente durante la cuarentena: el mayor crecimiento se dio entre quienes realizaron transferencias inmediatas.

Según datos de la Red Link la imposición del aislamiento hizo que cayera fuertemente:

  • el uso de cajeros automáticos, que registró un 22% menos de operaciones en comparación al año pasado y
  • el uso de las tarjetas de débito, un 28% menos en marzo que el mismo mes de 2019

Pero cuya contrapartida fue un aumento del 58% para las operaciones por comercio electrónico. El uso de los medios digitales en el país en general ya no es ni será el mismo.

Cada vez con mayor regularidad se venía hablando sobre el fin del dinero en efectivo, pero la realidad nos mostraba una situación no tan inmediata, finalmente el virus terminaría siendo un disparador del uso de tarjetas de crédito y débito a largo plazo, ya sea por las medidas bancarias tomadas, porque los comerciantes empezarían a aceptar únicamente pagos de forma online por el aislamiento social o porque los gobiernos podrían empezar a promover esta metodología de pago con el fin de evitar el contagio del coronavirus a través del dinero, convirtiéndose esta cuarentena en un inesperado acceso al mundo de los pagos en línea y el e-commerce.

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