MALDITA, la peluquería mendocina que decidió apostarle al crecimiento y que abrió su primer local frente a Playa Sur de Palmares en medio de la pandemia de coronavirus, ya tiene su segunda sucursal funcionando a pleno sobre calle Emilio Civit de la Ciudad de Mendoza.
Ya en 2020, cuando Maldita abrió sus cuentas de redes sociales, venía proyectando este crecimiento.
“Muchos no entendían por qué aparecíamos en las redes como ‘Maldita Peluquerías’, en vez de ‘Maldita Peluquería’, siendo que solo abrimos en Palmares. Les decíamos que se venían más sucursales, que esperaran y ya íbamos a llegar. No había plan concreto en ese momento, pero fue una expresión de deseo que se convirtió en realidad”, cuenta Mario Lluvero, fundador de Maldita.
La peluquería, reconocida por marcas como L’Oréal y Olaplex, no solo se convirtió en poco tiempo en sinónimo de calidad para sus clientas, sino que las marcas los eligen para estrenar lanzamientos y hasta para realizar cursos de perfeccionamiento.
Lo cierto es que Emilio Civit nunca tuvo “prueba piloto”, ya que desde que anunciaron una posible apertura sobre esa mítica calle mendocina que la agenda comenzó a llenarse.
“La apertura superó nuestras expectativas, y duplicamos la clientela. De las 15 que ya atendemos frente a Palmares por día aproximadamente, 15 más se sumaron a la sucursal de Emilio Civit; definitivamente ha sido un año positivo”, señala Juan Rauek, también al frente de Maldita.
Tanto Mario como Juan le adjudican este “maldito éxito” no solo al profesionalismo de quienes forman parte de Maldita y la calidad de los productos con los que trabajan, sino al gran sentido de pertenencia que provoca ser clienta de una peluquería que tiene sumida a Mendoza en un hermoso hechizo.
“La fidelidad de nuestras clientas es impresionante, quien viene una vez se queda para siempre”, aseguran sus fundadores.
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