La exclusiva marca de gin agranda su portfolio con la llegada de Entre Perro y Lobo “Capítulo I – Criolla de la Caldenia”. Elaborado por Martín Bergia, el historiador pampeano y apasionado por los destilados, vuelve a sorprender con un nuevo gin donde se destacan las notas a mandarina, chinchilla y saúco.
Entre Perro y Lobo Gin es pura expresión de vida. De las dicotomías que habitan el ser y la coexistencia de dos sentimientos que llevamos dentro. Uno que representa la cara labrada desde el fondo por los colmillos de la furia a solas, y otro que se disuelve entre la niebla de las grandes manadas. Nunca sabremos quién vence en nosotros.
Siguiendo con esta línea conceptual, inspirado en los versos de la escritora pampeana, Olga Orozco; Entre Perro y Lobo Gin presenta en sociedad “Capítulo I” -Criolla de la Caldenia- donde su creador nos invita a seguir disfrutando de esta dicotomía y viviendo momentos felices.
¿Quién es el amo aquí?
“No consigo saber quién es el amo aquí. Cambio bajo mi piel de perro a lobo […] pero, ¿quién vence en mí?” Son los versos del poema de la escritora pampeana que le dan nombre a esta línea de destilados. Verdaderas alquimias de sabores y aromas.
“Vivimos entre la mansedumbre y la bravura”, asegura Martín. Y es lo que busca expresar con sus destilados. Este Gin es la expresión del terruño, aromas y sabores que nos brinda la encantadora esencia de la indómita región de la Caldenia, lo agreste de los médanos de Toay, del desierto pampeano y de nuestra Patagonia, mixturados cuidadosamente con botánicos de Europa y Asia.
Entre Perro y Lobo Gin, los momentos más felices
El resultado es una alquimia de perfumes que, tras un esmerado proceso small batch que rescata la tradición de destiladoras de la provincia de Mendoza, da como resultado un gin sofisticado. Toda esta magia también es una expresión personal.
El autor de este destilado transmite a la bebida sus años de estudio de la Historia, el entusiasmo por la cocina de buen gusto, esa que lleva corazón y alma, encuentros y desencuentros, en definitiva vida. Es también una búsqueda irreverente, en el mejor de los sentidos, que con la energía y experiencia viene a edificar un nuevo presente y futuro, desvergonzado, arriesgado, inquietante pero feliz. Que promete mansedumbre y bravura.
El Gin esobtenido a partir de dos infusiones en frío de una selección de 16 botánicos durante largos días en una misma solución hidroalcohólica de agua de ósmosis y alcohol de cereal de buen gusto con tres destilaciones previas al paso por alambique.
El método de destilación small bath en alambique pot still de cobre de la marca alemana Carl que asegura la mejor destilación de la manera más tradicional. El proceso de destilación sigue la tradición inglesa más refinada para lograr un espirituoso de gran calidad con identidad entre la Pampa y los Andes.
“De esta manera obtenemos una bebida de alta graduación alcohólica, 45°, algo poco común en los gins nacionales, pero muy delicada. Donde se perciben perfumes y aromas exquisitos en prácticamente ausencia de alcohol”, explica Martín Bergia sobre el proceso de producción.
En la composición del gin también se busca la dicotomía representada entre el perro y el lobo. Sin embargo en este caso se parte de un aroma a mandarina para descubrir en boca los contrastes que otorgan los herbales y florales aportados por el tomillo, la chinchilla, el romero y la flor de saúco. Con una posterior síntesis que nuevamente hace la chaucha de caldén.
La chinchilla, el botánico estrella de este gin junto a la chaucha de caldén, es una hierba medicinal autóctona de América Latina. Su nombre científico es “Tagetes Minuta” y se la conoce fuera de la Pampa con otras denominaciones populares como: suico, Huacatay o Hediondilla. Considerada mágica por algunas poblaciones ancestrales de América Latina, se trata de una hierba muy aromática y medicinal que fue utilizada tradicionalmente para curar distintas dolencias, también empleada en la gastronomía tradicional peruana. Al gin le otorga un perfume muy particular y agradable para lograr esos momentos placenteros a los que nos invita la bebida.
Otro punto a destacar es que es sin azúcar agregada por lo que el destilado es de un alto nivel, además es sin filtrado posterior, para conservar la totalidad de la carga aromática y de sabor, lo que implica un trabajo y un cuidado muy superior a la regla.
Por otro lado, señala Martín, “algo que hay que resaltar es que usamos enebro de Bulgaria para tener las notas características del gin pero sin ese sabor resinoso del enebro nacional que es utilizado generalmente”.
Notas de cata
En nariz aparece la mandarina de manera cautivante, acompañada de hierbas del monte de caldén como la chinchilla. Hermosa compañía de notas cítricas y herbales como el tomillo. También se pueden apreciar notas florales que aporta a su composición el saúco.
En boca posee entrada sutil y muy armónica. Donde se destacan notas a mandarina, chinchilla, tomillo y saúco. Logrando una composición muy balanceada y particular.
En esta nueva entrega de Entre Perro y Lobo GIN, el historiador, nos presenta un capítulo de la misma obra, integrante de la totalidad, que armoniza bien en la obra, pero es único a toda la colección.
“Dicen que el capítulo I es el apartado de mayor importancia en una obra. Porque presenta lo que vendrá y tiene el mandato de cautivar al lector para que no lo abandone. Debe ser la mejor carta para interesar a quien lo tiene en sus manos. ¡Espero que nosotros lo logremos!”, comenta Martín con entusiasmo.
Este GIN presenta las notas aromáticas y de sabor de las mandarinas criollas con la frescura del perfume del tomillo salvaje y la chinchilla que crecen al pie de los montes y medanales de La Pampa, junto al saúco. La suma de enebros y hierbas de la Patagonia de América del Sur, Europa y Asia completan la mixtura del spirit.
La inspiración surgió, en un viaje en bicicleta por senderos del Caldenar donde el autor siempre lleva frutas para hacer un tentempié y descansar un rato luego de algunas horas de pedaleo. Las mandarinas criollas de la mochila y la atípica humedad en el ambiente fueron el sustento de este nuevo producto. “Uno de esos días nublados de otoño- invierno donde la humedad es hermosa, porque hace que no se sienta tanto el frío y con poco viento, en el aíre se nota una suave brisa en la que se trasladan todos herbales del pie del monte… así surgió la idea criolla de la Caldenia”, cuenta.
El diseño de la etiqueta nuevamente corrió por responsabilidad del Estudio la Compañía y las ilustraciones son de Franco Luna. La línea sigue en mismo concepto de Entre Perro y Lobo Y destaca entre los spirits nacionales por su efecto glow in the dark que hace que en la oscuridad sus relieves tomen tonos fluorescentes tras ser expuestos a la luz. Además tiene muchos recursos más que verás en detalle: troquelado especial, hot-stamping, serigrafía, impresión off set digita. Por último el tapón es de madera con relieve pintado.
La marca hará la sugerencia de coctelería por medio de su embajadora Melanie Arias quien es la jefa de barras de la firma Chachingo, de Alejandro Vigil. También cuenta con aportes especiales en coctelería que realizaron para el producto: Victor Castillo, conocido como @Moko, el bartender de la Central Vermutería y Gonzalo Palacio -@Cubo- Jefe de Barra de The Garnish Bar. Uno de los bares más exclusivos y prestigiosos de Mendoza, además es una de las personas que más sabe de whisky y tiene amplia trayectoria en gastronomía
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