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Entrevista a Eduardo López, CEO Bodegas López

¿Qué significa haber llegado hasta la cuarta generación familiar?

Ya tenemos más de 118 años de historia y es para nosotros un orgullo mantener hasta el día de hoy la bodega en manos de la misma familia desde su fundación , además una inmensa responsabilidad y un gran compromiso con nuestros antecesores.

Debemos valorar el gran esfuerzo que hizo nuestro bisabuelo, José Gregorio López Rivas.

Él era el mayor de 6 hermanos y su padre había fallecido cuando tenía apenas 10 años. Con tan sólo 18 años de edad y los conocimientos de una tradición familiar de varias generaciones de agricultores, en 1886 no tuvo más remedio que emigrar de su Algarrobo natal en Málaga, Andalucía.

Por entonces América era una tierra promisoria. Lleno de incertidumbre emprendió una larga travesía en barco a la Argentina. A poco de llegar a Buenos Aires viajó a la provincia de San Juan donde se estableció por algunos años y, trabajando y ahorrando al máximo, pudo traer luego a su familia. Fue así que, juntos nuevamente, trabajaron logrando obtener sus primeros capitales. El peso de la tradición vitivinícola familiar no tardaría en aflorar.

Luego se trasladaron a Mendoza donde se radicaron definitivamente, en General Gutiérrez, Maipú, entonces José Gregorio fundó nuestra bodega en 1898 y bajo su dirección, en el mes de Marzo comenzó la primera elaboración de sus propios vinos.

El 19 de Septiembre de aquel año nacía nuestro abuelo José Federico López, hijo único de José Gregorio, continuador directo del espíritu y acción paternos, quien guiaría los destinos de la empresa familiar hasta su fallecimiento en 1994 a los 95 años de edad. El fue el gran impulsor de nuestros vinos finos y quien marcaría la impronta y estilo que nos distingue.

Actualmente la tercera generación está conduciendo la bodega. Nuestro padre Carlos Alberto López, como presidente y su hermana Marta, como vicepresidente.

¿Cómo lo lograron?

Desde un comienzo todo se basó en mucho trabajo, esfuerzo, aprendizaje y convicción, ayudados por la tradicion vitivinicola que traian desde España, y eligiendo las mejores zonas de Mendoza para cultivar la vid para nuestros vinos.

El tiempo, la experiencia y las ganas de superacion y de hacer las cosas bien, fueron haciendo el resto.

¿Cuál es la misión de Bodegas López hoy?

Hemos estado siempre muy comprometidos con nuestros consumidores. La idea es poder ofrecerles la misma calidad y continuidad en las características de cada producto en los distintos segmentos, conservando un estilo, un estilo que nos caracteriza y acompaña desde nuestros inicios, “El Estilo López”.

Debemos estar actualizados tecnológicamente, somos una bodega tradicional, pero intentamos estar, a lo largo de nuestra trayectoria, siempre a la vanguardia, atentos a los últimos avances para poder ofrecer lo mejor en nuestros productos.

Tradicional no significa ausencia de tecnología.

¿A qué mercados internacionales llegan?

Actualmente exportamos: en Norteamérica a EEUU y México; en Asia a China; en Oceanía a Australia y Nueva Zelanda y en Sudamérica a Bolivia, Colombia, Costa Rica, Guatemala, México, Puerto Rico y Uruguay, entre otros paises.

Nuestro mercado principal es Argentina, donde comercializamos el 95% de nuestra producción.

¿Cuál es el significado que tiene Montchenot para usted?

Montchenot Tinto Gran Reserva es nuestro vino emblema, nuestra marca insignia, a donde llegan nuestras mejores uvas. Este vino fue creado a mediados de los años ’60 del siglo pasado por nuestro abuelo Federico.

Originalmente con el nombre de Chateau Montchenot, con su primer cosecha del año 1956 que recien estuvo en el mercado Argentino a partir de 1966, después de 10 años de su elaboración. Esta consigna de mantener el Montchenot durante 10 años en la bodega, hoy todavía se mantiene.

Montchenot ya cuenta con más de 50 años de vigencia en los mercados. Fue el resultado de la experiencia de casi 60 años desde la primera elaboración de la bodega.

Es un vino que tiene 10 años de añejamiento antes de ser embotellado. Este tiempo transcurre entre grandes toneles de roble Frances de hasta 35.000 lts y tanques de acero inoxidable, para luego ser embotellado y guardado por 6 meses antes de salir al mercado.

Con los años se fueron sumaron más Montchenot, formando una línea de 7 vinos y 3 champagnes.

Sin dudar fue el vino del homenaje a los 100 años de la bodega en 1998, cuando nacio Montchenot 100 años cosechas 1975, presentado en una botella magnum y con un estuche de madera fabricado con la misma madera proveniente de los toneles utilizados para el añejamiento de los vinos.

Es un blend con predominio de Cabernet Sauvignon y cortes de Merlot y Malbec, elaborado desde un comienzo con uvas provenientes de nuestra finca La Marthita, de antiguos viñedos plantados en 1940, de Cruz de Piedra, Maipú, en el Alto Valle del Río Mendoza.

Luego se sumaron los Montchenot 15 y 20 años, cuya unica diferencia era el paso del tiempo en botella: 5 o 10 años.

Para conmemorar los 115 años de vida de la bodega en 2013 se creó el Montchenot 115 años cosecha 1988, seleccionado de nuestra reserva privada y en memoria de nuestro fundador José G. López Rivas (1868-1948) y su hijo y principal impulsor José Federico López (1898-1994).

Ese mismo año también lanzamos el Montchenot joven con sólo 5 años de guarda, para aquellos consumidores que prefieren vinos con menos años de añejamiento, “para jóvenes amantes del buen vino”.

Nuestro primer champagne tambien con la misma marca Montchenot fue creado a fines de los años ’80, al que años después se sumaron el Montchenot Extra Brut y Brut Nature, reconocidos como excelentes vinos espumantes.

En conclusión Montchenot marcó un hito en nuestra historia, es nuestra Marca Insignia.

¿Desde cuándo se dedican a la fabricación de aceite de oliva?

La actividad olivícola en Bodegas López comenzó en los años ’30.

Era una costumbre tener los olivos intercalados con los viñedos, de forma de producir uva y aceitunas en forma conjunta, esta era una tradicion muy española. Originalmente muchos de nuestros viñedos estaban plantados de esta manera.

Nuestro abuelo Federico, fue un gran defensor del olivo.

Uno de los aspectos primordiales de la evolución y crecimiento de la bodega, es que nunca dejamos de lado principios como el estricto control de calidad de los productos, ni la cultura del trabajo ancestral en la que el cultivo de la vid se encontraba estrechamente unido al de los olivos. En honor a estas costumbres se plantaron diversas variedades de olivos para producir aceitunas, con la intención de lograr una máxima calidad de aceite de oliva extra virgen.

El trabajo dio sus frutos a comienzos de la década siguiente, cuando inauguramos la elaboración y comercialización de nuestro aceite. López fue pionero olivícola inaugurando la primera fábrica de aceite de oliva en el departamento de Maipú. Desde entonces utilizamos el método clásico de primera presión en frío que permite mantener intactas sus propiedades originales.

En sus inicios la marca de nuestro aceite fue Marilén, pero recién a partir del año 2005 lo comercializamos con la marca López, lo cual lo vincula seguramente más a la Bodega.

¿Cuál es el principal atributo que lo destaca personalmente en la gestión directiva?

Bodegas Lopez es una gran Familia. Está formada por personas, que con el trabajo conjunto facilitan que las cosas se hagan de la mejor manera posible. Las empresas se diferencian por el grupo humano y la profesionalidad que tienen para llevar adelante los negocios. No con individualismos.

¿Cuál es el legado que quiere dejar en sus seres queridos?

Pasarles el legado que nos dejaron nuestros antecesores, mucho trabajo, esfuerzo, aprendizaje y convicción de seguir con nuestro estilo, “El Estilo López”, controlando todos los pasos de la elaboración, cuidando y supervisando cada detalle.

En el mes de Enero de 2016, en la ciudad natal de Jose Lopez Rivas, el alcalde de Algarrobo en España, realizo un Homenaje en su memoria.

En su honor se nombró una calle de Algarrobo junto al mar, “Calle José López Rivas” y se colocó una placa en su memoria en el Paseo Marítimo haciendo alusión a tantas personas que, como él, cruzaron el Atlántico en busca de nuevas fronteras.

En este reconocimiento y en su persona se encierra el respeto y honra a todos aquellos que decidieron dar paso de emigrar a causa de la filoxera, el terremoto de 1884, epidemias, conocidos como «Los años más duros de la historia reciente».

Carlos Alberto Lopez actual presidente y miembro de la tercera generacion, al recibir el homenaje a su abuelo, manifestó que su abuelo fue un hijo de agricultores que habían hecho de la viña su vida, no le quedó más salida que la emigración desembarcando en el puerto de Buenos Aires en 1886 a los 18 años, «con una mano atrás y otra delante».

Se mostró orgulloso por formar parte de la bodega que iniciara su abuelo en 1898 y muy agradecido por este reconocimiento tan especial.

Fuente: MASSNEGOCIOS Diario Online

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