El estudio de Nano Alfonsín (NAS) fue seleccionado entre los 12 más innovadores del mundo, siendo además el único representante de Argentina, para participar en esta prestigiosa convocatoria internacional.
Make a Mark es un evento de alto perfil celebrado en Mónaco, donde los estudios de diseño más destacados del mundo presentan conceptos disruptivos, ediciones limitadas y nuevas narrativas en el packaging de lujo. Organizado por Avery Dennison, Estal y Kurz, funciona como un laboratorio creativo que explora el futuro del diseño a través de materiales, tecnología y storytelling.
En esta edición 2025, el evento tuvo lugar en Mónaco con el lanzamiento oficial de los proyectos creados para esta nueva convocatoria. Luego, las propuestas serán presentadas en distintos lugares del mundo, y un libro reunirá los diseños de esta cuarta edición, celebrando la creatividad y la innovación de los estudios seleccionados.

El proyecto presentado por el estudio mendocino se titula Tehul, una palabra Huarpe —el pueblo originario que primero trabajó la tierra en Mendoza— que significa «lo que sucede bajo la tierra». Inspirado en la geografía, el simbolismo y el suelo mendocino, Tehul transforma lo invisible en visible: una botella con texturas que evocan las capas subterráneas y, en su base, una etiqueta que simboliza la magia del suelo, el verdadero origen del vino.
¿Cómo nació la idea de Tehul?
La idea de Tehul nació con la oportunidad de mostrar algo distinto en el mundo del vino, desde un concepto muy nuestro, muy arraigado a la tierra. Queríamos demostrar que se podía contar una historia desde otro lugar, rompiendo con lo habitual pero sin perder elegancia. Un diseño que fuera disruptivo, sí, pero con sentido. Que diga algo verdadero.
¿Cómo se traduce la idea al diseño?
Pensamos el diseño como una totalidad: cada decisión debía reforzar el concepto. La botella tiene una textura que representa las capas del suelo —rocas, tierra, raíces— y habla de esa idea central de que lo que importa está debajo. Incluso la etiqueta fue pensada para retirarse fácilmente, dejando la botella «libre», como una forma de decir que, al final, lo esencial es el vino. Nada más.
¿Qué hace especial a Tehul?
Porque nace desde un lugar muy concreto: la tierra. Tehul mezcla lo ancestral con lo contemporáneo, pero siempre con los pies bien puestos en el origen. Todo en su diseño —la textura, la etiqueta en la base, los símbolos Huarpe— está pensado para hablar de lo que no se ve, pero sostiene todo. Es un proyecto que busca emocionar desde lo sensorial y contar una historia que, aunque viene de lejos, sigue muy viva.
¿Cómo creen que un proyecto como este dialoga con el futuro del diseño?
Creemos que el futuro del diseño está en volver a lo esencial: enfocarse en el mensaje, en la historia que queremos contar. En conectar con lo auténtico, con lo que tiene sentido. Cuando un diseño logra emocionar —sin gritar, sin sobreactuar— deja una huella. Y ese siempre fue, y sigue siendo, nuestro objetivo.
¿Qué significa para ustedes presentar un proyecto diseñado por el estudio en un evento global como Make a Mark?
Es una forma de compartir nuestra manera de ver el diseño. Para nosotros, diseñar es observar con profundidad, conectar con lo emotivo, pensar en conceptos ricos y encontrar sentido antes que forma. No buscamos solo que algo se vea bien, sino que diga algo. Participar de un evento como este con un proyecto propio es poder poner esa mirada sobre la mesa, y poder mostrar al mundo la forma que tenemos de mirar, pensar y diseñar.









