BIRA es un proyecto único en el país diferenciado por elaborar solo vinos de corte de estilo italiano a base de SANGIOVESE con impronta argentina, destinados a posicionarse en lo más alto del mercado local e internacional. Con una producción limitada de 60 Mil botellas anuales ya es considerada la marca revelación 2022 por sus altos puntajes y reconocimientos por la crítica internacional.
“Como todas las marcas, BIRA tiene una historia de vida en común detrás para contar”, dicen sus creadores, Santiago Bernasconi y el enólogo Federico Isgró, quienes comulgan uno de los mayores valores de su proyecto personal: la innovación y la calidad, cuidando el detalle durante el proceso de elaboración de cada vino.
BIRA significa Bernasconi & Isgró República Argentina, hace referencia alos apellidos de sus fundadores y el lugar donde nacieron. El proyecto surge en junio de 2017 de la búsqueda de las raíces familiares de ambos amigos y profesionales con amplia trayectoria vitivinícola, los dos con origen en Italia. Uno del norte, otro del sur, pero coincidiendo en la preferencia por los vinos de la península.
“BIRA nació genuinamente de nuestra amistad y del deseo de construir un proyecto en común para disfrutarlo y compartirlo con nuestras familias y próximas generaciones”, dice Santiago Bernasconi.
“Nos inspiró a desarrollar este emprendimiento un antiguo viñedo de SANGIOVESE plantado en 1975 en el Valle de Uco, y enfocarnos en vinos de corte teniendo como cepa base esta variedad. Los vinos de BIRA se distinguen por tener un estilo italiano, pero con el alma argentina”, comenta Federico Isgró. La primera vendimia fue la 2018 y durante 2020 comenzó la comercialización en el mercado argentino.
BIRA nace de viñedos antiguos en el Valle de Uco y propone 5 vinos tintos a base de SANGIOVESE, una variedad poco convencional en Argentina. Plantea dos líneas: Primera y Segunda Generación abarcando los segmentos que van desde los ARG$ 1980 hasta los ARG$ 7500.-
Primera Generación
Esta línea la componen tres vinos de corte con base SANGIOVESE, que representan la primera generación de los inmigrantes italianos arribados al país, “entre ellos nuestros padres”, agregan Bernasconi & Isgró. Las ilustraciones originales de los vinos expresan los lugares de partida y llegada de sus familiares, los medios en los que viajaron y la forma en que fueron recibidos en la Argentina.
BIRA Rosso D’Uco ($1980) à Es un vino de corte clásico con base Sangiovese y otras variedades internacionales complementarias como Syrah y Merlot.
La ilustración de su etiqueta refleja el paisaje de la Campiña Toscana, los alrededores de la Capella della Madonna della Vitaleta en Col d’Orcia, Siena, y el imponente volcán Tupungato en Mendoza, detrás. Representa los orígenes y el lugar desde dónde vinieron sus antepasados.
BIRA Brunetto ($3300) à Inspirado en grandes vinos, es otro corte de base Sangiovese, con Syrah y Merlot co-fermentados.
La imagen de la etiqueta es en memoria de Nicolò Brunetto, cocinero del Ugolino Vivaldi, barco que realizaba frecuentemente la ruta desde el sur de Italia al puerto de Buenos Aires en el que vino a Argentina Santo Isgró, padre de Federico. Representa cómo vinieron a Argentina esos inmigrantes.
BIRA Bin Otto ($7200) à Para este vino se seleccionan los mejores racimos en el Valle de Uco y representa la máxima expresión de un corte clásico.
En el packaging, la ilustración del Hotel de los Inmigrantes, lugar al que llegaban los inmigrantes y eran acogidos, se les brindaba un techo, un plato de comida y una cama, hasta tanto se ubicaran o consiguieran trabajo en Argentina. Aparenta un lugar de lujo, un Chateau o Villa Toscana, pero representa lo opuesto. “Es el lugar dónde llegaron nuestros antepasados y en qué condiciones se encontraban”, comenta Bernasconi.
Segunda generación
Esta línea está integrada por vinos que representan a la segunda generación, hijos nacidos en Argentina, “nosotros, y tienen un nombre bien argentino”, sostienen Bernasconi & Isgró.
BIRA Tano ($6300) à Es un complemento de Malbec de Gualtallary, con Sangiovese de viñas antiguas de La Arboleda, y Syrah y Merlot de La Consulta, todo localizado dentro del Valle de Uco. Tano era el sobrenombre genérico que se le daba a los inmigrantes italianos. Tiene su origen en que la mayoría de la inmigración era del sur de Italia, y los barcos salían desde el puerto de Nápoles. Al llegar al país, se los consideraba simplemente Napolitanos, o Tanos.
BIRA Tanito ($1980) à Las tres variedades que participan en este corte son Malbec y Cabernet Franc de Gualtallary, con Sangiovese de viñas antiguas de La Arboleda. Es el dismitutivo de Tano con el que se nombra de manera más fresca y cercana a los hijos de inmigrantes italianos en Argentina.
«Nuestro objetivo es crear una marca fuerte, generando valor, crecimiento y desarrollando la innovación como un factor importante”, sostienen Bernasconi & Isgró de BIRA.
“Buscamos explorar otros caminos menos transitados en la propuesta de nuestros vinos, nos gusta pensar productos sutiles, complejos, frescos y elegantes más allá del Malbec, aunque a éste lo entendemos y apreciamos como parte de nuestro presente”, dice Federico Isgró, a cargo de la vinicultura y enología de BIRA. “Nuestra diferenciación y originalidad radica en trabajar el SANGIOVESE siempre en vinos que se comportan mejor complementándolo con otras variedades”, sostiene Isgro.
Al mismo tiempo, Bernasconi agrega: “no solo promovemos nuestra herencia italiana, sino también establecemos nuestra autenticidad e impronta en cada vino. En este sentido, cada producto hoy presenta una evolución en su imagen dándoles mayor diferenciación y acentuando la identidad propia de cada etiqueta”. Incorporan nuevo logo de agua a la izquierda y una nueva tipografía creada por Giambattista Bodoni en el 1700, tal vez la tipografía de origen italiana más elegante disponible.
Tanto Bernasconi como Isgró cuentan con una gran experiencia en el managment de la industria vitivinícola y se complementan en la actividad. Bernasconi tiene un perfil comercial, es Licenciado en Administración de Empresas y se ocupa de las áreas de negocios de la bodega, marketing y comunicación tanto nacional como internacional. Mientras que, la formación de Federico Isgro es técnica. Es Ingeniero Agrónomo y Enólogo especializado en vitivinicultura con una maestría en la Universidad de Siena, Italia, país donde vivió y trabajó durante 5 años. Isgro está al frente de la viña, la producción y la enología de BIRA aportando su amplio dominio en la variedad Sangiovese.
Si bien cada uno tiene su especialización, ambos interactúan en la determinación del estilo, cortes y definiciones de nuevos productos, como también, en decisiones importantes de ambas áreas con criterio acordado y compartido.
La bodega cuenta con un equipo comercial propio y administrativo, en su mayoría integrado por mujeres, cuatro de siete recursos efectivos.
BIRA concentra el 90% de ventas en el mercado doméstico y el resto en la exportación, principalmente Reino Unido y Brasil. Su plan de negocios contempla conquistar 20+ países en los próximos diez años. Sus vinos estan avalados por puntuaciones que oscilan entre 91 y 95/100 puntos por la prensa internacional. BIRA Bin Otto 2018 fue el vino revelación de “La Consulta, Valle de Uco” en la publicación Descorchados 2019 y obtuvo un puntaje de 95 puntos durante tres ediciones consecutivas.
Para 2022 BIRA tiene previsto crecer un 30% llegando a 80.000 botellas, y el lanzamiento de nuevos productos, entre ellos sus primeros vinos blancos de corte. A largo plazo, contempla construir su bodega y vivir junto a ellos la experiencia con vinos, aceites de oliva y grappa como productos bajo el mismo paraguas.
Los vinos de BIRA están dispobibles en el mercado nacional mediante representantes regionales en las principales provincias del país y, en Capital y GBA, comercializados directo de la bodega. Sus canales de venta son las principales vinotecas, tiendas de vinos y restaurantes.
“La italianidad es una cultura que se transmite de generación en generación, no se aprende, sino que se lleva en la sangre. BIRA son vinos elaborados por personas para personas y estamos muy orgullosos de compartirlos”, concluyen Santiago Bernasconi y Federico Isgró.
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