En nuestro país, el cáncer de mama representa el 35% de los cánceres en mujeres y se detectan más de 22 mil casos al año. Sigue siendo la primera causa de muerte por tumores en mujeres.
El cáncer de mama es el carcinoma más frecuente a nivel global y la principal causa de fallecimiento por cáncer entre las mujeres en todo el mundo. En Argentina es la primera causa de muerte por tumores en mujeres, alcanzando anualmente unos 6.100 fallecimientos.
Por este motivo, durante el mes de octubre, el Instituto Ginecomamario (IGM) y el Grupo Andino de Oncología (GAO) llevaron a cabo la “Campaña para la concientización, sensibilización y detección precoz del Cáncer de Mama” en Mendoza, alcanzando a 420 mujeres mayores de 40 años sin cobertura médica, a quienes realizaron mamografías y ecografías mamarias.

“Cada octubre nos sumamos al Mes Rosa, conscientes de que la mamografía sigue siendo el único método que ha demostrado reducir la mortalidad por esta enfermedad. Muchas veces las campañas logran detectar posibles patologías, pero dejan a las pacientes sin una orientación clara sobre qué hacer después. Con esta campaña quisimos marcar una diferencia, ofreciendo mamografías y ecografías a mujeres de 40 años o más, y de encontrar alguna anormalidad, garantizamos una consulta con un mastólogo, la realización de una biopsia si es necesario, y la derivación a un oncólogo del Grupo Andino de Oncología en caso de diagnóstico de cáncer. Queremos asegurarnos de que ninguna paciente quede sin una respuesta a su posible tratamiento”, explica la Dra. Sara Echegaray (M.P. 10.601), médica mastóloga de IGM.
Señales de alerta y prevención
Aunque se desconocen las causas del cáncer de mama, algunos factores aumentan el riesgo de enfermar: ser mayor de 40 años, antecedentes personales o familiares de cáncer de mama o de enfermedad pre-neoplásica de mama, tratamiento previo con radioterapia dirigida al tórax, terapia de reemplazo hormonal, primera menstruación a edad temprana, edad avanzada en el momento del primer parto o nunca haber tenido hijos, entre otros. A su vez, el sobrepeso, el sedentarismo, y consumo excesivo de alcohol son factores que se pueden evitar para disminuir el riesgo de padecer la enfermedad.
El cáncer de mama puede presentarse de muchas maneras, la más frecuente suele ser la aparición de una masa indolora, pero también puede estar vinculado al engrosamiento, alteración en el tamaño, la forma o la apariencia de la mama.
También son señales de alerta alteraciones de la piel como enrojecimiento, picaduras u hoyuelos, cambio en la apariencia del pezón o la piel alrededor (areola) y/o secreción anormal del pezón. En todos los casos es fundamental la consulta médica inmediata, así como la realización de un examen médico completo. Cuando se detecta en etapas tempranas y se accede a un tratamiento adecuado, el 90% de los casos son curables. Por lo tanto, es muy importante detectarlo a través de estudios antes de que se evidencie clínicamente.
El método diagnóstico recomendado es la mamografía y todas las mujeres desde los 40 años de edad, sin antecedentes personales ni familiares de cáncer de mama, deben realizarse una cada uno o dos años.
«El diagnóstico temprano del cáncer de mama puede marcar la diferencia. Detectarlo en sus etapas iniciales nos permite actuar con mayor eficacia, utilizar terapias menos agresivas y ofrecer a las pacientes una mejor calidad de vida y mayores posibilidades de curación”, expresa el Dr. Iván Mauricio Vega, médico oncólogo clínico y socio gerente del Grupo Andino de Oncología (M.P 7658).
“La mamografía y los controles periódicos son herramientas fundamentales: no solo detectan el cáncer antes de que aparezcan los síntomas, sino que también salvan vidas. Por eso, promover la conciencia sobre la prevención y la detección temprana es una responsabilidad compartida entre los profesionales de la salud y toda la sociedad”, agrega.
Cuando una mamografía muestra una imagen sospechosa de cáncer o un examen físico detecta una lesión visible o palpable en la mama, es necesario realizar una biopsia para arribar al diagnóstico de certeza y determinar el tratamiento adecuado. La biopsia implica la extracción de células y tejidos, los cuales son examinados por un patólogo para confirmar la presencia de signos de cáncer. Si el diagnóstico de cáncer es confirmado, se llevarán a cabo estudios adicionales para evaluar su grado de avance y así determinar el tratamiento más adecuado.
Ante un diagnóstico de cáncer de mama, debe ser abordado por un equipo profesional que le asegure al paciente recibir un tratamiento correcto y oportuno. Éste se decidirá luego de evaluar diversos factores como las características del tumor (si es localizado, si desarrolló metástasis, si hay ganglios comprometidos, etc.) y del paciente (edad, estado de salud general, entre otras).
El seguimiento post-tratamiento es otro factor decisivo para mantener la salud a largo plazo. No solo ayuda a detectar una posible recurrencia del cáncer, sino que también permite a las pacientes manejar los efectos secundarios del tratamiento y mejorar su bienestar general.
“El año pasado también llevamos adelante esta jornada y realizamos 500 mamografías y ecografías mamarias. Participar en esta campaña es una forma concreta de acercar la prevención a quienes más lo necesitan. Sabemos que la detección temprana del cáncer de mama puede salvar vidas, pero muchas mujeres sin cobertura médica no acceden a un estudio tan esencial como la mamografía. Por eso, estas acciones son fundamentales y transforman un derecho en una realidad”, concluye el Dr. Vega.






