Hoy en día, pensamos que nunca tenemos el tiempo suficiente, ya sea trabajo, estudio, familia, etc, pero no nos damos cuenta de que no sabemos hacer un uso efectivo del tiempo. No empleamos el tiempo de manera correcta, despistándonos, siendo perfeccionistas y controladores, lo cual hace que no seamos conscientes de que si usamos mal nuestro tiempo, lo distribuimos peor y dejamos de hacer actividades que nos dan placer.
Entonces, ¿cómo podemos organizar mejor el tiempo?
Prohibir el perfeccionismo y la distracción
Se pierde mucho tiempo cuando empezamos y terminamos cosas debido al perfeccionismo y la distracción, pero es necesario perder estos hábitos. No hay tiempo para comprobar 5 veces algo, porque de esa manera logramos demorar más algo que ya está terminado. No hay que olvidar el Principio de Pareto, el cual nos dice que si ponemos nuestra energía en el lugar adecuado, el 20% de nuestro tiempo puede crear el 80% de nuestros resultados. También, podemos acelerar comienzos. Así mismo, nos podemos dar cinco minutos como máximo para retrasar algo, pero no más que eso, y luego, debemos poner manos a la obra.
No crear trabajo innecesario
En lugar de complicar un asunto o un proyecto, pregúntese: ¿cómo podría hacerlo más sencillo? ¿Podría tomar una decisión individual en lugar de que sea grupal? ¿Podría dar una fecha como una opción para una reunión en lugar de tres? Lo ideal es buscar soluciones simples. Si alguien más está creando un trabajo innecesario, hágalo evidente: todos necesitan ser eficientes con su trabajo.
Ser decisivo
Podemos perder una gran cantidad de tiempo en la indecisión. Tomar una decisión apresurada sobre grandes temas puede ser contraproducente, y sobre todo cuando se tomó esta rápida decisión por dedicarle más tiempo a asuntos sin importancia. Si tiene que tomar una pequeña decisión, hágalo sin tantas dudas, y dedíquele tiempo a lo realmente importante.
Priorizar
Podemos hacer todas las tareas si trabajamos duro, pero es importante priorizar. Saber decir “no”, o “no ahora”, es crucial ya que las cosas menos urgentes se pueden hacer en momentos en los que los proyectos importantes hayan sido finalizados. De esta manera, también, podrá tener una vida más balanceada, tendrá tiempo para otras actividades fuera de su trabajo.
Si sabe organizarse, priorizar y no ser tan perfeccionista, su vida será más balanceada y podrá disfrutar mucho más.