La industria del gaming resultó ser una de las pocas preparadas para adaptarse al nuevo contexto, brindando la posibilidad a las marcas de mantener el contacto con sus públicos a pesar de cualquier pronóstico.
En este momento, el mundo se encuentra inmersa en una realidad inesperada. El aislamiento produjo que muchas industrias clásicas se vieran afectadas, como la publicidad tradicional en vía pública y los eventos multitudinarios. Sin embargo, el aumento del tráfico de internet que se registró en los últimos meses y la búsqueda de nuevas actividades, consolidaron aún más la industria de los videojuegos. Los esports lograron mantener la relación con sus seguidores y tuvieron un crecimiento exponencial, provocando un mayor interés en esta nueva vidriera de exposición para las marcas.
Según un estudio realizado por la consultora Newzoo, se puede determinar que la industria del gaming llegó a superar los USD 23 millones en concepto de beneficios en Latinoamérica. Países como México, Brasil, Colombia, Perú, Argentina y Chile son el foco principal de los esports. La búsqueda para adecuarse al contexto genera algo impensado hasta el momento, como jugadores de fútbol profesional participando de torneos en línea, así como también grandes figuras de la NBA compitiendo de igual manera. La nueva normalidad, nos lleva a pensar que la forma de posicionamiento y comunicación para las marcas ha cambiado radicalmente.
Un claro ejemplo es Isurus, el único club latinoamericano multigaming que compite en ligas de élite. “Compromiso, competitividad, inclusión y lealtad son los valores centrales que transmitimos a nuestros seguidores y que ejercemos día a día. Nos da gusto que las marcas tomen los mismos pilares y se sientan identificados con nosotros, habla de la importancia que le dan sus consumidores”, menciona Juan Cyterszpiler, Director Deportivo.
Este club, cuenta actualmente con cinco equipos, más de 30 jugadores profesionales y 4 gaming houses distribuidas en diferentes regiones de Latinoamérica, donde los jugadores viven, entrenan y desarrollan sus días profesionalizando las técnicas. Si bien puede parecer complicado verlos como atletas, al igual que en otros deportes, ellos también poseen patrocinadores, técnicos y horarios intensos de prácticas. La audiencia gamer no posee fronteras ni demandan espacios físicos y despiertan el mismo fervor y pasión en sus seguidores. Un ejemplo de esto es la semifinal de League of Legends disputada entre Isurus y el equipo mexicano Rainbow 7, que alcanzó una audiencia de más de 200 mil personas sólo en China. Asimismo, pueden gozar del beneficio de experimentar en primera persona junto a sus principales referentes antes y durante la competencia.
Sin lugar a duda, los esports están invitando a la sociedad y dirigentes a repensar los deportes tradicionales y a las grandes marcas, a cambiar las estrategias de comunicación, brindando nuevas formas de vivir sus productos.
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