En nuestro encuentro anterior habíamos hablado de la fuerza de voluntad como herramienta primigenia del coaching; sin energía no hay movimiento. Pero sin dirección no hay viaje.
Nuestra herramienta complementaria al martillo es el cincel.
El cincel va a dirigir nuestra fuerza a un punto preciso para no ser un derroche de energía. Representa la inteligencia y el discernimiento que separa lo sutil de lo denso al guiar la fuerza de la voluntad por el camino deseado.
Cuando hemos sabido desarrollar nuestro intelecto de forma tal que sepamos discernir lo que nos ayuda de lo que nos perjudica podremos saber quitar nuestros granos sobrantes y dejar los buenos. Usted, estimado lector, estará ya familiarizado con el vocablo DAFO (deficiencias, amenazas, fortalezas y oportunidades). No estamos lejos de nuestro objetivo.
Pero esta herramienta, para que sea plenamente aprovechada, debe ser constantemente mantenida. Permítaseme una breve alegoría. Hubo una competencia de leñadores; el primero era un robusto y rudo lugareño. El segundo, un individuo común y corriente que estaba de paso en el lugar. Sin lugar a dudas el primero era el favorito de todos. Con fuerza y sin detenerse ni un instante logró derribar nueve árboles. Cada tanto miraba a su adversario y en más de una ocasión lo vio sentado sobre un tronco. Grande fue su sorpresa cuando el jurado declaró ganador al forastero que había derribado doce árboles. – ¿¡Cómo lograste tal hazaña!? – inquirió el perdedor. – Mi secreto es el siguiente – le dijo el colega – Mientras tu tomabas a todos los árboles por igual yo estudié a cada uno como un problema diferente, tomando en cuenta su dureza, sus ramas, sus nudos. Además tú te enfocaba en tu fuerza y destreza y no en la ayuda de tu herramienta. Derribar cada árbol te tomaba más tiempo que el anterior. El último te demandó casi el doble que el primero. En cambio yo, mientras sentado miraba mi próximo árbol estaba afilando mi hacha.
He aquí lo que deseo que se lleve a la reflexión: mantenga su mente activa y afilada. Como un cincel desafilado se convierte en inútil para el trabajo, un intelecto que se deja estar y no se actualiza, dificulta cada vez más el correcto desempeño.
¿Hasta dónde tallar? Ese será parte de nuestro próximo encuentro donde le presentaré nuestra próxima herramienta de Coaching: EL COMPAS.
Un abrazo cordial y hasta la próxima.
Lic. Paulo E.Bitar
- Coacher
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- pauloebitar@yahoo.com
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