Puertas adentro

Cambiar paradigmas se ha dicho!

El entorno de los negocios se encuentra en constante movimiento. Puede parecer trillado, pero es necesario un cambio. Por eso, los tomadores de decisiones de todo el mundo tienen que hacer frente a factores críticos cruciales. Existen factores de cambio internos y externos que modifican el panorama y la competencia en el mundo de los negocios en todas las industrias.

La globalización, el acceso y evolución de la tecnología, la interconexión económica, la urbanización, el aumento de las regulaciones; las modificaciones en las necesidades de los consumidores y de los mercados, generan la necesidad de cambiar los modelos de los negocios hasta hoy conocidos, de crear nuevos paradigmas empresariales.

Actualmente, es muy necesario de innovar, hacerse competitivos, maximizar el talento humano, para aprovechar las oportunidades que se presenten tanto en la actualidad como en los próximos años.

Existen tres puntos que detonan  el crecimiento. Las secuelas de la crisis financiera mundial son palpables, y la confianza sigue siendo un asunto crítico en los mercados. Sin embargo, las empresas, sin importar los servicios que brinden, deben recurrir a la innovación, productividad y aprovechamiento del talento para conseguir una ventaja competitiva en el mercado. Recurrir a estas iniciativas puede garantizar tres ventajas:

  • Estar más cerca de los clientes.
  • Contar con procesos más eficientes.
  • Mejorar precios y posicionamiento de valor.

Innovar significa estar a la vanguardia en el mercado. La “innovación disruptiva” es la estrategia que ha llevado a las empresas a dominar su mercado, y que las ha hecho desafiar sus paradigmas.

Con una economía claramente insertada en la dinámica global, para ser competitivos, los países deben asegurarse de tener el ambiente correcto para atraer nuevas inversiones y negocios, ya que la competitividad es uno de los principales factores que los negocios consideran al seleccionar a un país en el cual ubicarse.

Las reformas en materia de finanzas, telecomunicaciones, energética y otras, marcarán la actividad económica tanto en la actualidad como en unos pocos años. Se espera que los cambios tengan un impacto positivo en la competitividad de las empresas y sobre todo en las comunidades en las que operan.

Por otro lado, la guerra por el talento representa otro gran desafío para las empresas, ya que éste es parte crucial en la innovación de sus estrategias, procesos y productos.

La Alta Dirección en las organizaciones necesitará examinar minuciosamente sus propias competencias, sus habilidades, sus riesgos, su compromiso con las partes interesadas y desarrollar una conciencia propia que evolucione y resuelva las nuevas necesidades que se plantean por los actuales paradigmas: globalización, tecnología, entre otros, para afrontarlos con innovación, productividad y talento.

Fuente: MASSNEGOCIOS diario Online

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