3 socios suizos involucrados en este proyecto de elaboración de vinos de calidad, con fuerte foco en la sustentabilidad.
Mendoza se ha convertido en un punto de gran atractivo para inversores internacionales que eligen la provincia para la producción de vinos.
En el caso de 3SAPAS, la historia involucra también familia, amistad y amor por la naturaleza. Luego de conocer estas tierras gracias a un intercambio de estudios, Arnaud Frésad, nacido en Suiza, empieza a soñar con la posibilidad de iniciar un negocio vitivinícola. Pronto suma a su hermano Florian al proyecto y surge así el nombre de la bodega, que es un acrónimo de tres suizos al pie de los Andes, en el cual el tercer integrante del trío es Gibbs, el perro de la familia.
En mayo de este año Jonás Lépine, amigo de los Frésard, se incorpora a la sociedad para asumir la dirección comercial y de marketing. En el área técnica, forma parte del proyecto el ingeniero agrónomo y enólogo Luis Coita Civit, con larga trayectoria en bodegas como Grupo Peñaflor Cheval des Andes, Riccitelli Wines, Durigutti, Villa Maria Estate (Nueva Zelanda) y Chateau Cheval Blanc (Francia). También Fernando Sota, enólogo formado en Argentina, con estudios en Italia y larga experiencia en diversas empresas vitivinícolas.
El propósito de 3SAPAS es claro: convertirse en una bodega que represente a su generación y que traiga al mundo tradicional del vino nuevos aires. Una bodega joven, irreverente y totalmente comprometida con el planeta.
“Queremos convertir vino en vida. No solo porque el respeto y el cuidado del medio ambiente es central para nosotros, sino porque creemos que compartir una copa de vino entre amigos, con una pareja o en familia, también es vida”, afirman los fundadores.
El compromiso con el planeta se hace evidente en la decisión de imprimir una fuerte impronta ecológica en todo el proceso de producción, desde el tratamiento de los viñedos, hasta el uso de papel reciclado en las etiquetas, la elección de botellas de vidrio livianas y de corcho biodegradable hecho con caña de azúcar reciclada, para llegar al objetivo final de que todos sus vinos puedan ser certificados como orgánicos.
Si bien al inicio del proyecto la idea era llegar a ser carbono neutrales, a medida que avanzaba su concreción, decidieron redoblar la apuesta, hacer una esfuerzo mayor como empresa y apuntar a convertir la operación en carbono negativo. Por eso, a través del programa Una botella=Un árbol -en alianza con la ONG UnÁrbol- se comprometieron a compensar más de lo que emiten plantando un árbol por cada botella vendida, lo que equivale a compensar más de 1000 botellas de vino.
El viñedo de 3SAPAS está ubicado en Tupungato, Valle de Uco (Mendoza), sobre la ruta 89. La finca cuenta con 46 hectáreas totales, de las cuales, 33.8 son de viñedo. El resto corresponde a callejones y tierra nativa, que los fundadores quieren conservar para respetar el compromiso que mantienen con el entorno. La construcción de la bodega está en marcha, con un diseño que respeta lineamientos modernos y naturales de la arquitectura local, para integrarse con el entorno. Producirá su propia energía fotovoltaica para evitar el uso de combustibles fósiles y será completamente sostenible para minimizar el impacto adverso. También contará con un área de turismo que incluirá un restaurante con una vista inigualable de la Cordillera de los Andes.
De igual forma, el diseño de sus etiquetas aspira a ser disruptivo, llamativo, provocativo y único.
En ellas se busca celebrar la naturaleza destacando animales de la fauna local argentina en peligro de extinción.
Las etiquetas que se presentan en esta primera etapa son
- 3 SAPAS Malbec Reserva 2021: 100% Malbec con un homenaje al flamenco.
- 3SAPAS Cabernet Sauvignon Reserva 2021: 100% Cabernet Sauvignon, que destaca al guanaco, otra especie en riesgo.
- 3SAPAS Malbec Gran Reserva 2020: 100% Malbec en el que se rinde tributo al puma.
Los vinos se comercializan a través de una tienda de e-commerce propia y llegan a vinotecas y restaurantes de la mano de un distribuidor.
“Apostamos a este proyecto y al país a largo plazo. Como empresa joven, asumimos el compromiso de generar riqueza respetando y preservando nuestro ecosistema, porque no es posible lograr la sustentabilidad económica de un proyecto sin ser totalmente responsables con la naturaleza”, sostienen los amigos suizos.